“Queremos respuestas y no queremos tener miedo… por pasar una moto tenemos que tener miedo. Por favor, una nena de 11 años”, fueron las palabras que expresó un niño ante las cámaras de televisión para manifestarse por el aberrante homicidio de Morena Domínguez. En cuestión de horas el país asistirá a las urnas y este episodio no hizo más que evidenciar el malestar que atraviesan distintos espacios de la comunidad porque el Estado aún tiene respuestas pendientes a las demandas esenciales.
La primera reacción de los precandidatos a la presidencia de los distintos espacios fue la de suspender los actos de cierre de campaña y a días de una nueva contienda electoral resta saber si este episodio tendrá implicancias en el resultado que arrojen las urnas. Con el correr de las horas, algunos analistas de la política local consideran que es trascendental esperar a ver cómo evoluciona la discusión y las operaciones que pueden llegar a activarse en relación al tema y también evalúan entre las posibilidades que esto puede llegar a “alejar” un poco más la participación de los votantes en las urnas.
Uno de los pocos dirigentes que no guardó silencio ante los sucesos fue el diputado nacional, Javier Milei, y no dudó en responsabilizar a la clase política y a algunos sectores de la Justicia por tratar “a los delincuentes como si fueran las víctimas". El precandidato a presidente de La Libertad Avanza (LLA) sostuvo, además, que el hecho se da en un contexto de "degradación" de la Argentina y remarcó que "una persona de bien frente a esta situación no puede estar más que estremecida", ya que "lo que le pasó a los padres de Morena es una de las peores cosas que te pueden pasar en la vida”. "Hay una política donde se han invertido los roles. Se trata a los delincuentes como si fueran víctimas del sistema. Acá la víctima es Morena, y los delincuentes son los que la mataron y a los que les tiene que caer todo el peso de la ley", remarcó Milei.
Consultado por LA GACETA, el politólogo y director de Sinopsis Consultores, Lucas Romero, aseguró que probablemente este hecho pueda “operar sobre los indecisos y los indefinidos”, pero no se mostró convencido en que esto llegue a “modificar tendencias que ya están definidas”. “No tenemos capacidad de dimensionar qué tipo de cambio evidenciaremos el domingo en el comportamiento. Aunque probablemente dificulte la posibilidad de que el oficialismo nacional y provincial capture indecisos en un distrito crucial como es la provincia de Buenos Aires”, enfatizó el consultor.
Antecedentes
El licenciado en Ciencia Política, Franco Galeano, rememoró que en otros momentos previos a procesos electorales se registraron casos semejantes y en una línea temporal reciente puede ubicarse lo sucedido con Cecilia Strzyzowski, en Chaco, y Santiago Maldonado, en 2017. “Si pensamos en una elección nacional vimos casos que tienen un impacto mediático muy fuerte y es muy difícil para un analista decir cuántos votos se trasladan porque deberíamos comparar la última medición antes del evento y ver qué sucede después del evento para ver si podemos imputar una diferencia a eso”, dijo el analista. Y detalló que ante un escenario de tal envergadura juegan un rol clave los medios y las noticias que interactúan en las redes sociales.
“Si nosotros queremos ver un efecto electoral, ya sea en la participación o en el cambio de apoyo a una fuerza política, tenemos que ver cómo se modera eso, a quién hay una atribución de culpa, a quién hay un traslado de bronca por esa situación. En el caso de Morena no queda claro cómo interactúan los medios porque tenemos una mezcla de niveles de gobierno. Tenemos un gobierno nacional y un gobierno provincial de Unidos por la Patria (UP), a los que podría ir un voto antioficialista, pero Lanús es un municipio que es conducido por un hombre clave de Juntos por el Cambio (Néstor Grindetti), que es el candidato a gobernador de Patricia Bullrich en la interna de la provincia de Buenos Aires. Y da la casualidad que Diego Kravetz, que es el secretario de Seguridad del municipio, es el precandidato a independiente de Grindetti. Lo sucedido le podría pegar a Kravetz en su campaña, porque el secretario de seguridad está atravesando un caso muy sensible, podría afectar a Grendetti en su interna o le podría pegar a Axel Kicillof en el camino a su reelección, describió.
En diálogo con este medio, Galeano sostuvo que el caso de la niña bonaerense llega en un contexto particular donde un porcentaje de la población tiene como principal tópico de demanda a la inseguridad. “A eso lo vemos en la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, con la precandidatura de Carolina Píparo en el espacio de Javier Milei. Son casos donde vos tenés víctimas de inseguridad o que tuvieron familiares víctimas de inseguridad, me hace recordar a la candidatura de Juan Carlos Blumberg en su momento, entonces en esos casos específicos hay como un votante identificado con ese sector, pero el voto tiene muchos componentes. En este caso actúa como mediador en el sentido de que condiciona las emociones, pero vos también votás por otras cosas, tenés un voto económico, un voto identitario, de sentirte parte de algún espacio político. Entonces, no es que es tan determinante al 100% te diría, pero si hay un porcentaje de la población a la que le importa mucho la seguridad y probablemente voten por una opción un poco más dura llegado el caso o con bronca votaría el candidato que tiene más chances de destronar a quien están atribuyendo la culpabilidad”, remarcó.